La capital del Atlántico le está apostando a una revolución verde que se abre paso en el Caribe colombiano.
Con una apuesta sin precedentes, Barranquilla le apunta a convertirse en la primera biodiverciudad de Colombia. Para conseguirlo, tiene entre sus prioridades asegurar la preservación de su territorio y recursos naturales, recuperar sus cuerpos de agua, aumentar sus zonas verdes y dar el salto a las nuevas tecnologías de energía renovable.
A la sólida transformación urbana de los últimos 12 años, se le suma un conjunto de prioridades ambientales en un modelo de crecimiento que implica darle una mayor importancia a la sustentabilidad. Igualmente, un metabolismo urbano que conduzca a una reducción en su impacto sobre el medioambiente y los recursos, en el que son claves las medidas que den tránsito hacia una economía baja en carbono.
Nota publicada por el medio: Semana