La iniciativa de agricultura urbana, cofinanciada por la Unión Europea, hace parte del proyecto ‘GenerACTOR’ del Distrito. Se espera producir 2.400 kg de comida por semestre.
Un total de 30 mil ciudadanos, entre población migrante, mujeres, niños, y jóvenes, se verán beneficiados con la producción de las cinco huertas comunitarias que hacen parte del megaproyecto ‘GenerACTOR’, impulsado por el Distrito de Barranquilla y cofinanciado por la Unión Europea. Esto, como una apuesta al fortalecimiento de la seguridad alimentaria en la ciudad, así como también a la preservación de la biodiversidad.
Esta iniciativa de agricultura urbana arrancó con la siembra de la primera semilla, a cargo del alcalde Jaime Pumarejo, en mayo de 2022 en el barrio Lipaya. De allí en adelante se han dado –según la administración distrital– pasos agigantados hacia lo que serán los nuevos modelos de parques productivos con huertas comunitarias.
Es por ello, que desde hace tres meses los habitantes de los barrios La Paz, Lipaya, Las Gardenias, Villas de San Pablo y el corregimiento Juan Mina, además de trabajar en los terrenos habilitados para la siembra, se encuentran haciendo parte de jornadas de formación en el que aprenden sobre diseño y planeación de huertas, conocimientos del suelo, alimentación y regeneración, entre otros temas.
Serán más de 27.400 metros cuadrados de zonas verdes dedicados a la agricultura urbana, en los que se espera producir más de 2.400 kilogramos de comida por semestre, además de la generación de otras iniciativas de economía circular como compostaje, reciclaje, polinización de las abejas y energía renovable.
El proyecto, en el que se invirtieron 2,6 millones de euros, es liderado por Gerencia de Desarrollo Social, Siembra, ADI, Barranquilla Verde y la Oficina de Cooperación Internacional de la Secretaría de Desarrollo Económico.
Distrito viajó a Roma
Una delegación activa del Distrito visitó Roma desde el 6 al 10 de febrero y algunas huertas urbanas comunitarias para intercambiar experiencias y conocimientos valiosos en la construcción de las huertas piloto en la ciudad.
El gerente de Desarrollo Social, Alfredo Carbonell, manifestó que “aprendimos cómo todo gira alrededor de la comunidad, lo más importante es la gente, así vamos a aplicar en Barranquilla todas estas herramientas de gobernanza, como establecer un sistema de puntaje para asignar cada espacio a la gente. Hay huertas que están organizadas para satisfacer las necesidades de los adultos mayores, otra alrededor de la formación hacia los niños, otra es totalmente accesible a la población con discapacidad. Sin duda, Roma tiene una gran experiencia en agricultura urbana y vamos a aprovechar todas estas enseñanzas para que nuestro proyecto en Barranquilla sea exitoso”.
Además, el equipo visitó 7 grandes huertas urbanas en las que, según su interés específico, daba muestra de lo proyectado a implementar a nivel distrital. Entre ellas se encuentra la Huerta Fosso di Bravetta; la huerta urbana comunitaria de Garbatella, que tiene 10 años de funcionamiento y de la cual Roma ha podido transformar toda la zona en un parque público. También ,la Huerta Largo Veratti, que es producto de la acción ciudadana para salvar un espacio verde abandonado con un interesante modelo de autoorganización y creación de una cultura local de bienes comunes.
Del mismo modo, las Huertas comunitarias del Valle dell’Aniene están compuestas por 3 huertas diferentes gestionadas por una organización medioambiental, que actúa en nombre de la institución pública Parco della Valle dell’Aniene. Las huertas comunitarias Monte Ciocci dieron vida a un espacio dedicado anteriormente a instalaciones de radio y televisión, construido sobre búnkeres históricos de defensa antiaérea de la II Guerra Mundial.
Para la Alcaldía de Barranquilla, tener huertas incluyentes ha sido una gran apuesta en la implementación de las huertas urbanas de Roma, la huerta comunitaria ORTO9 gestiona más de 100 parcelas en una zona muy periférica, haciendo una gran inversión en los espacios comunes y actuando sobre las barreras para cualquier tipo de discapacidad.
Igualmente, las personas con discapacidad intelectual juegan un papel fundamental en el desarrollo de la huerta social de la Cooperativa Garibaldi donde jóvenes con trastorno del espectro autista han desarrollado la producción de hortalizas para la venta directa, una trattoria (restaurante) y agroturismo y un apecar móvil (vehículo comercial ligero de tres ruedas) para distribuir los productos en los mercados locales.
El director de la Agencia Distrital de Infraestructura, Alberto Salah, expuso que los parques no solamente serán productivos, sino que también generarán alternativas y oportunidades de trabajo para la población más vulnerable de la ciudad.
Por su parte, la directora de Siembra +, Katia Navarro, subrayó que la idea es aprender de las especies, de cómo estructurar las huertas, los sistemas de riego, para conocer cuáles son los más productivos para nosotros y de esa manera desarrollarlos en la ciudad”. Compartir:
Nota publicada por el medio: El Heraldo
